Boric indicó que ha instruido a la Cancillería para que
prepare un escrito con los argumentos chilenos en esta materia. La decisión de
Chile se suma a la acusación de Sudáfrica, que argumenta que Israel comete
genocidio contra el pueblo palestino en la guerra de Gaza. Esta denuncia fue
presentada ante la CIJ el 29 de diciembre de 2023.
En su discurso, Boric subrayó que más de 35 000 personas han
muerto, describiendo la situación humanitaria en Gaza como catastrófica y la
infraestructura prácticamente destruida. "Estos actos requieren de una
respuesta firme y permanente de la comunidad internacional", añadió el
presidente chileno.
Israel ha rechazado enérgicamente las acusaciones de genocidio, calificándolas de infundadas y defendiendo su ofensiva militar como una respuesta legítima a los ataques de Hamás del 7 de octubre, que resultaron en la muerte de aproximadamente 1 200 personas y la toma de 252 rehenes.
Además de esta nueva acción, el gobierno chileno ya había
enviado apoyo humanitario a los territorios palestinos y llamó a consultas a su
embajador en Tel Aviv. Boric enfatizó que su respaldo a la denuncia de
Sudáfrica no implica un apoyo a Hamás, condenando sin reservas los ataques
terroristas de este grupo y exigiendo la liberación de los rehenes.
En América Latina, varios países, incluidos Colombia,
Bolivia, Venezuela y Brasil, también han expresado su apoyo a la demanda
sudafricana. La CIJ, el máximo tribunal de Naciones Unidas, puede emitir fallos
jurídicamente vinculantes en disputas entre países, aunque cuenta con pocos
mecanismos para hacer cumplir sus sentencias.
El pasado 24 de mayo, la CIJ ordenó a Israel detener
"inmediatamente" su ofensiva militar en Rafah, en el sur de Gaza, sin
determinar si se estaban cometiendo actos genocidas, sino evaluando el riesgo
para el derecho del pueblo palestino a la protección. No obstante, Israel
continuó con sus ataques, tomando el control del centro de Rafah.
Chile alberga una de las comunidades palestinas más grandes
fuera de Oriente Medio, con cerca de 500 000 descendientes de palestinos. Esta
comunidad ha ejercido una considerable influencia en diversos sectores del
país. Con esta acción, Chile se une a un grupo de naciones en desarrollo que
apoyan la petición de Sudáfrica, incluyendo México, Brasil, Colombia e
Indonesia.
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