La colaboración entre el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero (Fondepes) y
Enosa permitió no solo la instalación de electricidad, sino también la
provisión de energía trifásica al criadero, facilitando el uso de maquinaria
avanzada y mejorando la eficiencia operativa. La logística fue notable, con el
transformador transportado en balsas y cargado por la comunidad, superando las
dificultades de acceso en áreas remotas.
La electrificación del criadero de cocodrilos en Tumbes, además de mejorar
las condiciones laborales, tiene un impacto positivo en la conservación de los
cocodrilos y el turismo. Con la implementación de nuevas tecnologías, se
promueve la eficiencia y se atraen visitantes interesados en la vida silvestre.
Este proyecto no solo fomenta la educación sobre la importancia de proteger
estas especies, sino que también impulsa el desarrollo económico local mediante
el turismo sostenible, atrayendo alrededor de 50 mil turistas anualmente.
FUENTE: GOB.PE
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