Es necesario determinar los trastornos mentales graves de la vida, y para ello se necesitan medios para tratamientos eficaces.
El término “salud mental” hace referencia a
dos fenómenos distintos, con causas e implicaciones distintas. El primero es el
problema de la tremenda lucha de las personas y las familias afectadas por un
trastorno mental grave, lo cual se requiere de un tratamiento para llevar a
cabo una vida plena.
Las
enfermedades de esquizofrenia, trastorno bipolar, TOC, autismo, depresión mayor
recurrente y anorexia, a veces suelen ser tan discapacitantes. Dan un resultado
de una compleja interacción de factores biológicos y psicosociales, donde el
deber es facilitar el acceso de los pacientes tratados para que las ayudas
sociales faciliten la plena integración en la comunidad.
El
segundo problema es el malestar psíquico, la frustración, el agotamiento y la
insatisfacción con la vida, que se expresa con síntomas de ansiedad y depresión.
Muchas personas lo padecen y se debe llevar un tratamiento adecuado para
sobrellevar este tipo de enfermedades.
“Para
que cese el sufrimiento, es necesario dejar de escapar del dolor”, dijo Montaigne
y otros muchos pensadores que defendieron que la principal función de la
filosofía es enseñarnos a vivir.
Fuente: El País
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