El recuento de las víctimas de las intensas lluvias que devastaron Rio Grande do Sul alcanza un nuevo nivel, llegando a 83 muertes, según los datos recientes de la Defensa Civil anunciados este lunes. La tragedia, que sigue siendo investigada, sospecha de otras 4 muertes, además de registrar 111 personas desaparecidas y 291 heridas.
Las cifras angustiantes evidencian el alcance masivo de los estragos. Son 149,3 mil desplazados de sus hogares, entre los cuales 20 mil encuentran refugio en albergues, mientras que 129,2 mil buscan alojamiento junto a familiares y amigos. En un panorama que abarca 364 municipios, 873 mil ciudadanos sufren las consecuencias de este desastre.
Las imágenes del aeropuerto Salgado Filho, en Porto Alegre, inundado, ilustran la dimensión del caos logístico, forzando el cierre indefinido de las operaciones aéreas. Predicciones meteorológicas alarmantes señalan un potencial agravamiento de la situación en las áreas ya castigadas.
Mientras empresas como la siderúrgica Gerdau y la petroquímica Braskem interrumpen sus actividades en respeto a la seguridad de sus colaboradores, otras como la Marcopolo retoman sus operaciones, adoptando medidas para garantizar la seguridad de los empleados. En un gesto de generosidad, la cantante Madonna dona discretamente 10 millones de reales para ayudar a las víctimas, demostrando solidaridad en medio de la adversidad.
El estado enfrenta un período de desafíos monumentales, no solo en la reconstrucción de las áreas afectadas, sino también en la protección de las vidas y medios de subsistencia de los afectados. La movilización de recursos, esfuerzos y solidaridad se muestra imprescindible para enfrentar la catástrofe que asola Rio Grande do Sul.
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