En un trágico suceso que ha conmocionado al sur de Brasil, un temporal de lluvias sin precedentes ha dejado un saldo devastador. Desde el inicio de la semana, el estado de Río Grande do Sul ha sido golpeado por intensas precipitaciones que han desencadenado inundaciones, deslizamientos de tierra y desbordamientos de ríos.
Las autoridades regionales han elevado la cifra de víctimas
este viernes: se reportan al menos 37 personas fallecidas y 74 desaparecidas,
según datos de la Defensa Civil. Entre los desaparecidos se encuentra una
adolescente de 17 años, cuyo cuerpo fue hallado entre los escombros de un
corrimiento de tierras en el municipio de Santa Maria.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien se
encontraba de visita en la región, ha recibido información detallada sobre la
magnitud de la tragedia. "El Gobierno federal estará al 100 % con el
pueblo de Rio Grande do Sul para atenderlo con recursos y que podamos reparar
los daños", aseguró el mandatario.
El temporal ha afectado a más de la mitad de los municipios del
estado, obligando a unas 23 000 personas a abandonar sus hogares. Las
autoridades han ordenado evacuaciones en zonas de riesgo, mientras enfrentan el
desafío de enfrentar la falta de suministro de agua y electricidad que afecta a
más de medio millón de hogares.
El gobernador de Río Grande do Sul, Eduardo Leite, ha
declarado que esta es "el peor desastre de la historia" en el estado.
Las Fuerzas Armadas han desplegado un operativo de rescate con cientos de
militares y aeronaves, pero las difíciles condiciones climáticas han dificultado
las labores de auxilio.
El sur de Brasil se encuentra sumido en una crisis sin
precedentes, mientras la comunidad internacional observa con preocupación los
efectos cada vez más devastadores de los fenómenos climáticos extremos,
atribuidos en parte al cambio climático provocado por el ser humano. Las
lluvias catastróficas en Río Grande do Sul son un sombrío recordatorio de la
urgencia de abordar esta crisis global.
Fuente: Agencia Brasil
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